jueves, 10 de noviembre de 2011

MATA DE HAMBRE A LA GRASA

La última promesa antiobesidad está a punto de dar el salto del laboratorio a los hospitales. Un equipo de investigación, dirigido por la Universidad de Texas y el Anderson Cancer Center de Estados Unidos, ha probado con éxito un tratamiento experimental que podría convertirse en el próximo «superventas» de la industria farmacéutica. El nuevo fármaco llamado Adipotide no solo provoca la pérdida de peso sino que elimina la grasa acumulada en el abdomen, casi como si fuera una liposucción.
Lo consigue con una estrategia diferente a la seguida por otros fármacos para adelgazar. En lugar de controlar el apetito o impedir la absorción de grasas, como hacen otros medicamentos, el nuevo producto imita el mecanismo de acción de algunos de los tratamientos contra el cáncer que cortan el suministro de sangre y oxígeno a los tumores para dejarlos sin nutrientes y «matarlos de hambre». Adipotide sigue esta estrategia, pero se dirige a las células de la grasa blanca, la más dañina para el organismo. Las células de la grasa mueren y son reabsorbidas por el organismo. De momento, solo se ha probado en monos y los resultados se detallan en la revista «Science Translational Medicine».
Tras un mes de tratamiento con inyecciones diarias, los animales habían perdido el 11 por ciento de su peso corporal, como promedio. El peso, la circunferencia abdominal y el Índice de Masa Corporal (proporción de peso y estatura) siguieron cayendo durante tres semanas después de haber finalizado el tratamiento, a diferencia de los animales que acturaron como grupo control y solo fueron inyectados con un suero salino. Además mejoraron su resistencia a la insulina, un indicador que lleva al desarrollo de diabetes tipo 2. La desaparición de la grasa blanca se demostró en imágenes de resonancia magnética, antes y después del tratamiento.

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